El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su esposa, Michelle, fueron unas de las múltiples personalidades que asistieron al funeral de Nelson Mandela, en Sudáfrica. Sin embargo, con todo y la solemnidad que acompañó al evento hubo un detalle que destacó y que provocó diversos chistes y especulaciones, señala Quien.com.
Mientras Obama y su mujer se encontraban en la ceremonia en memoria del ex mandatario sudafricano, el presidente de Estados Unidos comenzó a conversar cándidamente con la primera ministra de Dinamarca, Helle Thornig-Schmidt, y no sólo eso sino a tomarse fotos "selfies" con ella, hecho que, a juzgar por las imágenes, molestó a Michelle (y a las redes sociales en general que calificaron el hecho como una falta de respeto).
Mientras Barack y Helle sonreían para la foto, el rostro de la primera dama tenía una mueca de desagrado. En apariencia, Michelle decidió poner fin a la situación cambiándose de lugar con su esposo, deteniendo así el intercambio de sonrisas entre él y la guapa rubia.
Posteriormente, las fotos demostraron el momento en el que Barack, como para enmendar su "error", besa tiernamente en la mano a la madre de sus hijos y ella responde feliz con actitud de victoria.